La vergüenza del draft del fútbol mexicano

Es una verdadera vergüenza que en nuestro país y por 18° ocasión (desde 1990) de manera consecutiva se haya llevado una edición más del mal llamado "draft" de jugadores, esta vez en Cancún (muchas veces se realizó en Acapulco) donde a lo largo de dos días se dan las transferencias de futbolistas entre los equipos de la Primera División y la Primera División A de México.

¿Pero por qué digo que es una vergüenza?

Porque en primer lugar ni siquiera es un draft, porque en un principio los directivos de la Feederación Mexicana de Fútbol quisieron copiar la forma en la que los deportes estadounidenses como el básquetbol y el fútbol americano contratan a los jóvenes provenientes de las ligas colegiales pero en México se da una versión pirata, mal organizada y distorsionada de lo que debería de ser un draft porque los equipos, los promotores llegan prácticamente con acuerdos cerrados con los futbolistas más importantes, los de un nivel mediano se arreglan con algún equipo en el transcurso del día pero lo que sucede con los jugadores de un nivel más bajo, con los jóvenes o con los que se atreven a desafiar a los directivos es penoso: están como cualquier desempleado afuera del hotel donde se lleva a cabo el régimen de transferencias esperando que alguien importante llámese directivo, promotor o entrenador se acuerde de ellos y les de una oportunidad. Casos en este Draft 2007 como el de Miguel Ángel Carreón (UNAM, Santos) o Argemiro Veiga (Monterrey, América) demuestran que el fútbol es ingrato donde en un instante estás en la cima, pero años después puedes estar como limosnero esperando que alguien se acuerde de ti.

Pero estas escenas de jugadores viviendo como esclavos a la espera de las decisiones que tomen sus "amos" los directivos mexicanos solo puede verse en nuestro país, porque sólo aquí se lleva a cabo un espectáculo tan denigrante para el jugador como éste, sólo aquí el jugador no es libre para decidir con quien jugar al término de su contrato ya que el futbolista mexicano depende de los caprichos y de los acuerdos que se den entre directivos donde muchas veces el deseo del jugador queda en último término como se dio en el tristemente célebre caso de Ramón Ramírez en su transferencia de Guadalajara donde era un símbolo al América a pesar de que el jugador no estaba de acuerdo, el trato entre directivos lo terminó obligando a vestir el uniforme del equipo más odiado del Rebaño Sagrado.

Y esto no acaba aquí, el draft se basa entre otras cosas en lo más descarado que existe en el fútbol mexicano: el llamado "pacto de caballeros" que de caballeros no tiene nada y que desafía los reglamentos vigentes de la FIFA donde un club no puede declararse tácitamente como dueño total del jugador que tiene contratado porque se trata de un acuerdo entre directivos donde pueden vetar a un jugador y cerrarle las puertas de todos los clubes mexicanos si salió en malos términos de algún equipo afiliado a la Federación Mexicana de Fútbol, si se niega a obedecer los designios de la gente de pantalón largo, o en caso de negarse a pagar los llamados derechos de formación. El último caso que se ha escuchado en los medios de comunicación es el de Margarito González quien aparentemente se vio imposibilitado a contratarse con algún equipo porque se le cerraron las puertas y por esta razón tal vez tenga que jugar en la Primera A.

Ojalá el draft llegué a su fin porque las cosas deberían de hacerse como en Europa donde cada jugador se contrata con quien quiere porque que yo sepa la esclavitud se abolió hace muchos años en la mayoría de los países al menos de manera legal y como algunos le llaman, el draft parece ser un mercado de piernas.