lunes, 25 de junio de 2007

Crónica de un resultado anunciado: Estados Unidos Campeón


La Copa de Oro ha llegado a su fin después de que se disputó un buen partido de fútbol en la cancha del Soldier Field en Chicago donde Estados Unidos derrotó 2-1 a México. Los goles del partido fueron de Andrés Guardado al final del primer tiempo, gracias a un pase muy bueno de Nery Castillo, aunque hay que mencionar que el jugador del Atlas estaba en posición adelantada. Sin embargo Estados Unidos se repuso de ese golpe anímico anotando el empate en el segundo tiempo con un gol de Landon Donovan quien aprovechó una falta de Johnny Magallón sobre Brian Ching para marcar el penalty. El 2-1 llegaría al minuto 73 con un golazo de Fielhaber, una volea espectacular desde fuera del área grande que se metió en el ángulo superior izquierdo de la portería de Oswaldo Sánchez quien no pudo hacer absolutamente nada para evitar la anotación. Después de eso, México intentó empatar más con coraje y corazón que con buen fútbol, pero a pesar de que Bautista desperdició una oportunidad de oro en la que quedó frente al portero Tim Howard dentro del área, no supo definir y estuvo más cerca el tercero de los estadounidenses porque Ching y Beasley dejaron ir dos ocasiones de gol clarísimas.


Es una pena que el equipo mexicano siga sufriendo derrotas frente a Estados Unidos que al parecer ya le tomó la medida al Tri. México mejoró un poco, sobretodo en el primer tiempo de la mano de Nery Castillo que jugó bien pero en ocasiones sigue pecando de un exceso de individualismo aunque hace desbordes espectaculares. Sin duda la lesión de Borgetti afectó a la delantera porque Bravo no logra consolidarse como un atacante que marque goles importantes en la selección al menos en la era de Hugo Sánchez. La defensa jugó un partido a penas regular, sin duda la inclusión de Márquez fue acertada pero la actuación de Osorio y de Magallón no fue precisamente la mejor, Salcido jugó a su nivel, y qué decir de Oswaldo Sánchez quien demostró que va a ser el titular de México por un buen rato porque a sus 33 años tiene una agilidad espectacular, un don de mando muy importante y una entrega que daba gusto verlo sacar balones que iban para gol.


El medio campo del equipo mexicano conformado por Pardo, Lozano, Guardado y Medina estuvo a su nivel destacando sin duda Guardado por el gol y por buenas jugadas. Pero el problema desde mi punto de vista, vino por parte de Hugo Sánchez o de Sergio Egea o de quien sea que manda los cambios, porque no es posible que teniendo 1-0 el marcador todavía en el segundo tiempo, no hayan hecho una modificación cuando Estados Unidos comenzó a atacar más y se sentía que en cualquier momento podría venir el empate. Ni siquiera después del gol de Donovan hicieron un cambio, sino que fue hasta que el daño ya estaba hecho cuando entraron Blanco al minuto 78 y tres minutos más tarde Bautista para tratar de rescatar el barco azteca que se hundía dramáticamente en el Soldier Field. Muy poco tiempo para dos de los jugadores con mayor talento de la selección pero que no son Ronaldinho ni Kaká y necesitaban más tiempo para provocar una mejora en el equipo por lo que consideraría injusto señalarlos como culpables porque el daño ya estaba hecho.


Como siempre habrá polémica porque el penalty en contra del Tri para muchos fue inexistente, sin embargo el árbitro Batres no dudó en marcarlo, un comentarista que fue árbitro mundialista coincidió con el guatemalteco y yo pienso que sí hubo falta porque la rodilla de Magallón toca la pierna de Ching que iba encarrerado provocando su caída por lo que pensar que el arbitraje influyó en el resultado me parece erróneo y el más tonto de los pretextos porque entonces habría que analizar el gol de Guardado que aparentemente está adelantado. El punto es analizar las cosas con frialdad y no dejarse llevar por la afición que tenemos todos como mexicanos hacia nuestra selección pero que evidentemente no había hecho los merecimientos suficientes ni en la final ni mucho menos en los 5 partidos anteriores para coronarse. México parecía más un grupo de varios elementos que querían ganar la final individualmente y no de manera colectiva.


Cosa contraria pasó con Estados Unidos quien demostró que hoy por hoy es el mejor equipo del área, cuenta con un jugador como Donovan que no falla en momentos cruciales, un entrenador como Bradley que no necesita estar reclamando al juez de línea ni metiéndole presión al cuarto árbitro para sacar resultados, y a un grupo de jugadores muy interesantes que al parecer están mentalizados para ganar los partidos como sea, jugando bien, jugando mal, el punto es obtener la victoria y salvo esos minutos finales contra Canadá y el primer tiempo de la final donde fueron superados en varios lapsos por los mexicanos, los estadounidenses fueron los mejores en el torneo. Y no sólo derrotaron una vez más a México, también ganaron el boleto para asistir a la Copa Confederaciones del 2009 en Sudáfrica y empataron al tricolor con 4 títulos de Copa de Oro lo que representa un duro golpe para el fútbol mexicano quien confiaba en que Hugo Sánchez fuera el catalizador para obtener triunfos en momentos cruciales pero tal parece que se necesita más que eso.


La primera promesa de Hugo que era ser campeón de todo lo que se jugara no se cumplió y me pregunto si cumplirá su promesa de llevar al equipo a semifinales de la Copa América tomando en cuenta el mal juego que en general ha desarrollado, el golpe anímico que representa perder cotnra Estados Unidos una vez más y las ausencias misteriosas de Osorio, Pardo y Salcido, además de la probable baja por lesión de Borgetti. Sin duda el panorama no es el más favorable para Hugo que está sufriendo en carne propia parte de la presión que seguramente sintió Lavolpe cuando el Pentapichichi le tiraba con todo en cualquier oportunidad que tenía y se aventaba puntadas tan fuera de la realidad como decir que si le daban a la selección mexicana los haría campeones del mundo, vaya tontería. Y no es que México no pueda levantar la copa FiFA, claro que puede, pero antes de eso debe de haber un proceso organizado donde se produzcan más jugadores en las fuerzas básicas, donde haya más jugadores en Europa y donde lógicamente se ganen antes torneos como la Copa América o la Copa de Oro, no es simplemente tener una varita mágica y obtener campeonatos.


Ahora que está demostrada la superioridad de Estados Unidos sobre México y en la CONCACAF, el Tri debe de olvidar por 3 semanas (espero que no sean sólo 3 partidos) ese fracaso que representó quedar en segundo lugar de la Copa de Oro (no hay otro nombre cuando se pierde la final del área que en teoría debería dominar el Tri) perdiendo la final frente a un equipo que ya lo pasó en cuanto a nivel desde hace un buen rato, y enfocarse con todo en la Copa América porque no es un grupo fácil el que le ha tocado a México. Brasil, Ecuador y Chile no tienen nada que ver con Cuba, Honduras, Panamá Guadalupe o Costa Rica aunque generalmente México mejora mucho cuando enfrenta a rivales de mayor jerarquía.


Desgraciadamente el síndrome del "ya merito", del "sí se puede" (cuando en la realidad no se pudo) y el ya famoso "jugamos como nunca (por lapsos) pero perdimos como siempre" se sigue presentando en la selección nacional pero tampoco se le puede echar toda la culpa al técnico por este fracaso, porque jugadores, directivos y un sector de la prensa también tiene parte de responsabilidad en que el Tri no logre victorias en momentos importantes. Aunque tal vez la mentalidad y la falta de contundencia sean las primeras culpables de la derrota mexicana en el Campo del Soldado. Mientras tanto hay que reconocer al justo vencedor de la Copa de Oro: Estados Unidos que desde que toma en serio al fútbol, se está convirtiendo en un rival de respeto a nivel mundial. Cuidado con el equipo de las barras y las estrellas porque podrían ser una sorpresa en la Copa América y en el Mundial del 2010.