lunes, 16 de julio de 2007

El reflejo Sub20


Muchas veces en México se infla de más a una selección de fútbol, con una o dos victorias importantes se dice por parte de un sector de los medios de comunicación que están para campeones del torneo que estén disputando, algo que en la mayoría de veces carece de argumento y se hace únicamente con el objetivo de hacer negocio.


El caso de la Sub 20 es diferente ya que realmente tiene buenos jugadores de fútbol: Patricio Araujo, Carlos Vela, Giovanni Dos Santos, Omar Esparza o Villaluz tienen condiciones futbolísticas para jugar en cualquier liga europea y tuvieron a un entrenador que ya los había llevado a ganar la Copa del Mundo Sub17 hace dos años. El problema fue que se enfrentaron a un buen equipo: el argentino que encabezado por Agüero llevaba un paso casi perfecto en Canadá. El nivel de ambas escuadras es muy equilibrado, no es tanta la diferencia como a nivel mayor, pero uno no puede aspirar a superar a su rival cuando cometes errores determinantes en partidos tan cerrados como el de ayer en Ottawa. Una salida aparentemente tranquila y de rutina para la zaga mexicana se convirtió en el último minuto del primer tiempo en el gol que al final marcaría la diferencia por parte de Maxi Moralez que en cinco años puede ser un titular indiscutible de la selección mayor de Argentina.


El punto que cambió el rumbo del partido fue ese error de querer lucirse tocando con parte externa en una zona congestionada en los linderos del área que permitió el robo de balón por parte de Argentina en un momento que anímicamente pesó mucho y aunque no fue goleada como en la Copa América, en este mundial sub2o México falló en el momento clave, porque dejemos de lado lo hecho en la sub17, parece que el problema del Tri de fallar al instante de partidos de eliminación directa contra potencias ya contagió a estos jugadores.


Tampoco es culpa de estos jugadores ni de Ramírez, ya que se sabe de la capacidad argentina sobre todo en mundiales juveniles, lo que sí se les puede cuestionar es esa falta de reacción y de imaginación futbolística que provocó que en todo el segundo tiempo apenas lograran llegar con cierto peligro en un par de ocasiones a la portería de Mercado y eso con disparos sumamente desviados. Parece que el equipo mexicano se desesperó antes de tiempo, quería pasar por el centro del campo con paredes y se olvidó de abrir el campo, bajar un poco la verticalidad para ir avanzando poco a poco y generar peligro adelantando líneas. En esta ocasión ni Dos Santos ni Vela pesaron lo que se esperaba.


Analizando fría y objetivamente la actuación que tuvieron en este Mundial, llego a la conclusión de que fue buena a secas. Ganaron todos sus partidos de grupo frente a Gambia, Portugal y Nueva Zelanda y superaron claramente en octavos de final a la selección del Congo. Sin embargo en el partido más importante fallaron, dejando un mal sabor de boca, pero también hay que pensar que era lógico ya que el favorito era Argentina. Tal parece que la selección mayor tiene un reflejo sub20 en el equipo dirigido por Jesús Ramírez, al menos contra Argentina.


Muchos de estos jugadores tienen la capacidad para pelear un lugar en los próximos tres años en el Tri mayor, todo depende de ellos y de los equipos en los que participan, porque es incomprensible que no sea titular indiscutible alguien como Villaluz en el Cruz Azul por poner un ejemplo, ya que la capacidad la tienen y si se les da minutos como titulares seguramente lo aprovecharán para dejar de ser promesas y convertirse en realidades. Sin embargo no hay que confundir las cosas, Argentina ganó bien porque aprovechó el error de México y no permitió el empate, es cierto quizá jugando feo pero en el fútbol hay estilos y es válido todo mientras esté en el reglamento. Mientras tanto México seguirá esperando dar ese paso de calidad que lo sitúe ya no como protagonista sino como ganador en el fútbol.

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