jueves, 5 de julio de 2007

Una leyenda llamada Pepe Espinosa


Es una verdadera pena que el mejor narrador de fútbol americano en español, José Roberto Espinosa, mejor conocido como Pepe Espinosa haya fallecido en la madrugada del 4 de julio a la edad de 59 años debido a una neumonía que le afectó seriamente su salud como consecuencia del cáncer que según algunos medios sufría desde hace varios años.

Su inconfundible voz y su estilo de relatar los partidos de fútbol americano de forma sencilla, sin entrar en grandes tecnicismos ni intentando ser adivino, le daban a sus narraciones un valor tan especial que te hacían como espectador meterte de lleno en el partido, además de imprimirle una emoción diferente a otros narradores de ese deporte.

Su conocimiento en el fútbol americano lo llevaron a trabajar en Imevisión/Tv Azteca de 1976 a 2004 narrando NFL, NBA, Juegos Olímpicos, conduciendo la emisión vespertina de Los Protagonistas o participando en Deportv. También estuvo en programas de radio, colaborar en el noticiero Enfoque, ser la voz de los partidos de los Vaqueros de Dallas en México y transmitió las últimas tres temporadas de la NFL para Fox Sports. Pero de todas sus narraciones jamás se me olvidarán esa serie final de 1998 entre los Toros de Chicago y el Jazz de Utah en cuanto a básquetbol, ni tampoco el Super Bowl XXXVI entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Rams de San Luis donde narró de manera magistral.

Pero lo más interesante de todo es que Pepe Espinosa no sólo narraba, comentaba y criticaba deportivamente en los medios de comunicación, sino que era parte del deporte mismo, entrenando atletas de alto rendimiento de atletismo y siendo jugador, coach y preparador físico de equipos de fútbol americano en nuestro país. Su última experiencia en este rubro fue la de desempeñarse como preparador físico de uno de los equipos más importantes de la ONEFA, los Borregos Salvajes del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.

Precisamente en este campus, fue en donde lo vi hace dos meses caminando lentamente con las manos atrás, enfundado en unos pants azules de tela de los Borregos CEM, con la mirada fija de forma pensativa platicando con uno de los coaches del equipo. La última vez que lo vi fue en Arboledas, hace aproximadamente dos semanas manejando un automóvil rojo. Jamás imaginé que uno de los mejores narradores en la historia de la locución deportiva mexicana iba a dejar este mundo unos días después, un 4 de julio, por coincidencia el día en el que se festeja la independencia de Estados Unidos, país al que deportivamente admiraba por la NFL, la NBA y por sus atletas. Pepe Espinosa fue, es y seguirá siendo una verdadera leyenda de los micrófonos deportivos. Descanse en Paz.

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