martes, 14 de agosto de 2007

La diferencia entre revancha y un simple amistoso


Se acaba de dar la noticia hace algunas horas de la cancelación que ha hecho la Federación de Fútbol de Estados Unidos del partido amistoso que estaba programado para inicios del mes de septiembre contra México en el Estadio Azteca. Esto ha causado en algunos sectores de la prensa y seguramente en una gran cantidad de aficionados una molestia porque ahora resulta que la selección de las barras y las estrellas aparte de eliminar a México en Mundiales, dejarlo fuera de la próxima Copa Confederaciones que será en Sudáfrica en 2009 ganándole la final de la Copa de Oro, y de tener una larga racha de partidos entre ellos con saldo a su favor, se da el lujo de cancelar un partido en el que estoy seguro de que no sólo se pretendía obtener grandes ganancias económicas lo cual es justificable en fecha FIFA, pero que también algunas personas podrían pensar o hacer creer que sería una revancha lo cual es inaudito e injustificable, porque eso sería en el mismo torneo en el que el Tri ha sufrido derrotas dolorosas para México contra Estados Unidos.


Un partido amistoso no puede borrar una serie de fracasos que ha tenido el Tri frente a Estados Unidos desde 1991 ni tampoco puede eliminar ni sacar de tajo una hegemonía que ya resulta enfermiza para la joven rivalidad futbolística que tienen estas dos selecciones. La misión de Hugo Sánchez más allá de lograr una medalla con la selección olímpica en Beijing 2008, de atraer más patrocinadores de manera indirecta, de explicarle a Jorge Vergara y a su trío de entrenadores los procedimientos tácticos y de liderazgo en los torneos que dirigió este verano, es la de quedar en primer lugar del hexagonal de la CONCACAF por encima de los estadounidenses ya que de otra forma seguirá el estancamiento de la selección mexicana respecto al desarrollo que está teniendo la estructura futbolística del vecino del norte.

La explicación es muy fácil de comprender, pero increíblemente complicada de llevar a cabo, existe una palabra mágica llamada organización y otra no menos importante denominada seriedad lo cual podrían convertir en una pesadilla para México tanto la MLS como la selección de Estados Unidos.

Cualquier federación de fútbol es libre de cancelar compromisos con un tiempo de anticipación, y con más de 25 días, me parece un plazo que entra en el término de razonable, sobre todo si consideramos que viene la cancelación porque la escuadra de Bradley jugará contra Brasil en Chicago el mismo día que se disputaría el partido en el Azteca. Sin duda, México hubiera hecho lo mismo si hubiera llegado Italia por ejemplo, y le hubiera pedido cambiar su compromiso contra Estados Unidos para jugar contra ellos un amistoso. Ahora vendrá una serie de 4 partidos contra Colombia el 22 de agosto, después contra los brasileños el 12 de septiembre, para cerrar la actividad de este año contra China en octubre. Queda ahora la duda de quién será el rival de la selección de Hugo el 8 de septiembre, descartando a los europeos que tienen eliminatoria de Eurocopa y a los del continente americano que desde mi punto de vista poco tienen ya de atractivo para un amistoso de selección nacional de fin de semana, quizá la FMF podría buscar un rival diferente, como podría ser el campeón asiático Irak o Australia que han tomado un nivel alto con los jugadores que tienen en varias ligas europeas.

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